Voy a tratar de acallar mis ruegos,
oraciones blancas, han de llegar a ti.
Señor, tengo miedo,oraciones blancas, han de llegar a ti.
agobiarte con mis muestras de amor,
y obtener como respuesta el silencio.
A tu imagen transité el sendero,
y repito amor, hoy, tengo miedo,
de traspasar el límite coherente,
y creas no merezco habitar tu cielo.
y repito amor, hoy, tengo miedo,
de traspasar el límite coherente,
y creas no merezco habitar tu cielo.
Por eso dulce Amor, escucha mi oración,
no es un ruego, es latido del corazón,
humilde, sensiblero, así lo creaste,
y cuando todo se rompe,
anhelo saber que nada empaña,
con las perlas que desgrano,
la soledad de la ausencia...
María del Carmen Menéndez García
no es un ruego, es latido del corazón,
humilde, sensiblero, así lo creaste,
y cuando todo se rompe,
anhelo saber que nada empaña,
con las perlas que desgrano,
la soledad de la ausencia...
María del Carmen Menéndez García
MACARENA