…
Me perdí desde siempre en tu mundo,
me ensañaron tu nombre, tu historia,
el respeto y amor hacia tu imagen,
me enseñaron a rezarte con dulzura.
Fui creciendo en tu amparo,
cumpliendo esos dogmas
que nos marcan. Comulgue contigo,
tu alimento y tu palabra.
Un día me perdí, no me preguntes…
si todo tu los sabes de antemano,
pasaron esos años en letargo,
ausente
estabas en mis manos.
Y luego, eso tiene el embeleso,
me vi presa en tu sendero,
anide en ti nuevamente.
Un día visite tu casa, y sentí
muy suavemente, como me besabas
en la frente, el alma, en la mente.
Hoy tus huellas las persigo,
no avanzo si no es este sendero,
recupero ese antes en mi anhelo,
y me encuentro... y te aprendo…
y te venero…
© María del Carmen Meénendez García
MACARENA
Precioso el sentimiento María del Carmen. Es toda una Oración. Un fuerte abrazo y buen fin de semana amiga.
ResponderEliminar@Pepe_Lasala