“AQUÍ NO HACE FALTA LA LEGIÓN”
“Aquí no hace falta la Legión”, es una respuesta muy común ante un ofrecimiento de formar un grupo donde no lo hay, no nos debe desanimar, por el contrario, pues la Legión se nutre del espíritu cristiano en base a un celo perfecto para desarrollar su obra.
La necesidad de un apostolado bien logrado se evidencia en todos, todos tenemos esa necesidad como cristianos de una acción apostólica y ejecutarla con ardor y entrega.
Con esta forma de apostolado se logra que nuestra fe no se convierta en algo rutinario, a todos debe llegar el llamado, integrarse y trabajar unidos.
Requiere personas esforzadas, colmadas de una paciencia especial, para ayudar a quienes viven en el camino equivocado, preparación que se logra con inmensa fe.
Nos prepara el Consejo que tiene la obligación de velar por quienes tiene a su cargo, somos elegidos y ungidos para desarrollar nuestra labor.
Bajo las bases de una formación sólida, comienza el camino del llamado a formar parte en una entrega total. Un legionario seguro de si mismo, es seguro fruto en su siembra.
Pienso que la esencia ha estado siempre dentro de la persona elegida, es la Virgen quien nos elige, puede llegar este llamado a nuestro corazón de muchas formas, en mi caso, ha llegado por un ser único...
Dios, un día, me regaló un tesoro, lo colocó en mí corazón, y así, el Espíritu en plenitud me lleva de su mano y doy gracias...
Mari Carmen
03/12/2008
“Aquí no hace falta la Legión”, es una respuesta muy común ante un ofrecimiento de formar un grupo donde no lo hay, no nos debe desanimar, por el contrario, pues la Legión se nutre del espíritu cristiano en base a un celo perfecto para desarrollar su obra.
La necesidad de un apostolado bien logrado se evidencia en todos, todos tenemos esa necesidad como cristianos de una acción apostólica y ejecutarla con ardor y entrega.
Con esta forma de apostolado se logra que nuestra fe no se convierta en algo rutinario, a todos debe llegar el llamado, integrarse y trabajar unidos.
Requiere personas esforzadas, colmadas de una paciencia especial, para ayudar a quienes viven en el camino equivocado, preparación que se logra con inmensa fe.
Nos prepara el Consejo que tiene la obligación de velar por quienes tiene a su cargo, somos elegidos y ungidos para desarrollar nuestra labor.
Bajo las bases de una formación sólida, comienza el camino del llamado a formar parte en una entrega total. Un legionario seguro de si mismo, es seguro fruto en su siembra.
Pienso que la esencia ha estado siempre dentro de la persona elegida, es la Virgen quien nos elige, puede llegar este llamado a nuestro corazón de muchas formas, en mi caso, ha llegado por un ser único...
Dios, un día, me regaló un tesoro, lo colocó en mí corazón, y así, el Espíritu en plenitud me lleva de su mano y doy gracias...
Mari Carmen
03/12/2008
MACARENA
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